TU PALABRA ME HACE VER MEJOR
Hace muchos años atrás,
luego de usar unos lentes de contacto que no estaban bien terminados, sufrí un
daño en mis ojos, tuve que permanecer 10 días con los ojos vendados, recibiendo
medicación diariamente hasta recuperar la salud paulatinamente.
Solo cuando por alguna razón estamos privados
de la vista, tomamos conciencia de la importancia de los ojos y su función en
la vida diaria. Los sentidos envían información al cerebro y todo nuestro
cuerpo responde de acuerdo al nivel del
impacto de la información que
recibió.
En el relato bíblico Jesús
les responde a unos no videntes, que lo siguieron para recibir la vista,
”conforme a tu fe te será hecho” , y sus ojos se abrieron.
Dios quiere abrir nuestros
ojos, en su voluntad esta que cada día veamos más y mejor nuestra realidad. En la vida muchas veces somos como ciegos,
ciegos espirituales, no vemos o no queremos ver la realidad que nos rodea, y
esto se puede convertir
en una trampa para nuestras vidas.
La Biblia dice que la fe
viene por el oír la palabra de Dios, por eso es necesario que la palabra abunde
en la mente y en el corazón, así nuestra fe crecerá de manera que podamos ver
mejor cada día los recursos que el Señor nos entrego para disfrutar y
administrar, y detectar las maquinaciones del enemigo.
Su palabra dice que nuestra
lucha no es contra una persona, sino contra el enemigo de nuestra alma, el diablo. Por esto el consejo de Dios
es que nos vistamos del poder de la
palabra que es parte de la armadura para
resistir y mantenernos firmes hasta la victoria.
Si pasamos muchas horas del día viendo televisión, nuestra mente y nuestro corazón
estarán llenos de pensamientos que están alejados de la voluntad de Dios, y por
lo tanto nuestra vista será corta y
restringida a la realidad que los demás quieren que veamos.
Por el contrario si
dedicamos tiempo suficiente, satisfactorio y de calidad, para estar con Dios,
leyendo y hablando con nuestro Creador, nuestros ojos serán abiertos y
estaremos llenos de sabiduría de lo alto para vivir vidas que impacten a los que nos rodean.
REFLEXIONA:
Dejemos que la palabra de
Dios abra nuestros
ojos y nos permita ver nuestra verdadera realidad. Dice su palabra: ”Conduciré a los ciegos por caminos desconocidos, los guiaré por
senderos inexplorados; ante ellos convertiré en luz las tinieblas, y allanaré
los lugares escabrosos. Esto haré, y no los abandonaré” Esto nos promete el Señor,
si lo buscamos y creemos en El:
CONDUCCION, PROTECCION Y SALVACION.
ORACION:
Amado Señor, me arrepiento de pasar tanto tiempo
escuchando pensamientos de personas que no te aman ni me aman a mí,
como tú lo haces. Te ruego que me des tu fuerza y el deseo para buscarte cada
día de mi vida, me comprometo a limitar mi exposición a la televisión, a ser disciplinado y poner como prioridad mi cita contigo. En tu nombre.